Mis bellas plantas y yo

Estudiando botánica e historia de las plantas, me di cuenta de que también ellas habían sufrido la misma selección eugenésica que los humanos. Ya sabes, la selección que llevó a la eliminación de los «fuera de tipo» y a la multiplicación de los «individuos de élite». Según los antropólogos y botánicos eugenistas extremos, había que clasificarlos en el catálogo de especies y variedades para garantizar un patrimonio genético más normalizado y homogéneo.

Muchas especies y variedades se extinguieron y los humanos fueron programados y domesticados para pensar y actuar de la misma manera, para la parte de ellos que consiguió sobrevivir a guerras, genocidios y torturas.

Sin embargo, cuando observamos la naturaleza y lo que nos rodea, nos damos cuenta de que es la biodiversidad la que mantiene un cierto equilibrio. Por biodiversidad entiendo la «diversidad de la vida» a la que pertenecemos. Permite a cada especie enriquecerse con las propiedades y cualidades de las demás con el fin de cooperar entre sí para adaptarse y sobrevivir a nuevas condiciones ambientales y climáticas, y mejorar su patrimonio genético. Está biológicamente demostrado.

Además, aprendí que las plantas no son plantas inertes e inmóviles. Son extremadamente inteligentes y despliegan fabulosas estrategias de supervivencia. No te imaginas cuánto tenemos en común con ellas. Me fascinan.

En esta categoría #nous_sommes_des_belles_plantes, honro todas las propiedades y cualidades de cada un@ que nos permiten mantener nuestro equilibrio mientras cultivamos la diferencia. Al igual que el etiquetado de las plantas con sus nombres (el común y el latino), he plantado en macetas y etiquetado hermosas variedades humanas para que las descubras aquí.